Continuando con el post anterior "BPM. Reducir el "Gap" ente negocio y tecnología", en el que hablábamos de la necesidad de alinear negocio y tecnología...
BPM es una disciplina basada en pensar primero en como ejecutar correctamente los procesos y objetivos de negocio para posteriormente utilizar la tecnología para automatizar y controlar los procesos diseñados.
En los proyectos de BPM reconocemos que la tecnología por sí sola no implica la mejora de la gestión empresarial, de la gestión de procesos de negocio, la competitividad o de los resultados empresariales, por lo que no seguiremos el camino directo de implementar las TI “a machete” para la mejora del negocio, (repitiendo errores del pasado en la implantación de TI). En BPM, sin perder la perspectiva tecnológica, alinearemos previamente las soluciones de TI con los aspectos de negocio, no sólo para la optimización y rentabilización de nuestras inversiones en TI, sino para que estas hagan lo que deben hacer: dar soporte y mejorar los modelos y estrategias de negocio. Esto implica que la tecnología será imprescindible para BPM (hoy ningún negocio se concibe sin esta) y sin ella no podrá realizarse BPM, pero podemos afirmar que un proyecto BPM es un 60% estrategia y un 40% tecnología.
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